Ejemplo de patrimonio rural popular, con alero de media caña y cuatro plantas, a las que posteriormente se añadió un ático. Tiene pocas aberturas en las fachadas, lo que hace pensar que ha sufrido varias intervenciones a lo largo de su historia. En la fachada de la calle Mayor, podemos apreciar su interesante solanar, con cobertura a dos vertientes, creando un frontón perfectamente integrado en el contexto.
Sin duda alguna, uno de los lugares con más interés cultural en el municipio de Las Cuevas de Cañart es la plaza principal. En ella destaca la imponente Iglesia de San Pedro, pero además, podemos encontrar unas Casas de gran belleza que, junto a la iglesia, dan forma y elegancia a la plaza principal del municipio.
Datada en el siglo XIX, es sin duda la fachada civil más bella e imponente de toda la provincia. De estilo Neoclásico, se compone de dos plantas y escalera monumental con linterna central. En la planta baja, la entrada se efectúa a través de una puerta de sillería con arco de medio punto.
Al lado izquierdo, se encuentra la puerta de servicio para las actividades agrícolas y al lado derecho se ha abierto una nueva puerta. En lia primera planta aparecen nueve balcones de bellas proporciones, enmarcados por pilastras acanaladas embebidas, y cuyos capiteles son de estilo Jónico, menos los del balcón central, que son de estilo Corintio.
De gran interés es el cordón, que en forma de friso, corre coronando la fachada, en la que 32 tipos diferentes de azulejos nos aportan un buen muestrario de las cerámicas murales de la época. Su atipismo se manifiesta al presentar un alineamiento de fachada convexo.
En la actualidad, la casa ha sido restaurada y convertida en un Hotel llamado Don Íñigo de Aragón, un edificio magnífico donde poder comer y alojarse.
Casa Moliner
Típica casa señorial de ámbito rural, de tres plantas con puerta de sillería y arco de medio punto. En la tercera planta, la típica galería aragonesa a ventana corrida, parte de las cuales están tapiadas.
El alero es de teja y ladrillo a cinco niveles, dando un fuerte carácter de salida a la fachada, que ha sido revocada y ha sufrido alteraciones a lo largo de su historia. Este edificio fué dividido en dos propiedades, lo que no ha supuesto una mejora para su conservación.
Sin un estudio arqueológico, es difícil dar una datación válida. Sin embargo, si consideramos el escudo que la adorna como perteneciente a la época de su construcción, podemos datar el edificio entre el último cuarto del siglo XVII y el primero del siglo XVIII.
Por sus múltiples dependencias agrícolas y ganaderas, nos hace pensar en una casa solariega, confeccionada por labradores y para labradores, por oposición a la casa Arellano, más elegante, señorial y refinada. La casa Moliner es sólida, espaciosa, tiene pocas aberturas, con amplias dependencias agrícolas a la izquierda y cuenta con grandes graneros y bodegas.
Casa Tradicional
Casa Solariega
Situada en la calle Mayor, con fachada de sillería y portal con grandes dóvelas de la época Renacentista, esta maravillosa casa posee una hornacina añadida de estilo Barroco. La ventana corride del tercer piso es de confección reciente, efectuada en la fase de restauración que acaba de terminar.