El primer edificio lo podemos constatar en el muro donde se sitúa la actual puerta de la ermita, y en él se pueden ver diferentes marcas de cantero (firmas de pago), así como un cordón achaflanado, donde se aprecia una hermosa maza de cantero, símbolo o firma del maestro que efectuó la obra.
Estos detalles, así como los trazos de los útiles empleados, nos hacen situar este primer edificio cerca de 1244, fecha de la Carta Puebla otorgada por la Orden del Temple, y probablemente fué ésta la iglesia que se construyó después del asentamiento, ya que es una iglesia consagrada, pues hay tumbas, cosa que no ocurre en las ermitas.
Así pues, nos encontramos aquí con restos de una edificación que se pueden situar a mediados del siglo XIII, máximo a principios del siglo XIV. Posteriormente, se remodeló en 1684, convirtiéndose poco después en ermita, por haberse comenzado la construcción de la iglesia parroquial actual.
La ermita cuenta con un pequeño ábside rectangular, un crucero con amplia cúpula linterna muy decorada, con un interesante trabajo en estuco, con representaciones florales y grotescas, muy similares a las de la ermita de Los Pueyos, sita en los parámetros del Castillo, que dominó el casco urbano. Tres tramos se abrían hacia el oeste, de los cuales sólo uno pertenece a la ermita actual, ya que en los años 1940, se interviene nuevamente, dejando los dos tramos que faltan como explotación agropecuaria, creando un muro de separación entre el tramo primero y el segundo.
Esta división del edificio, obligó a abrir una nueva puerta de acceso a la ermita de San Blas, y a "modernizar" la existente como puerta de corral, lo que la destruyó. Sólo nos queda una dóvela con muescas decorativas en la jamba izquierda.
El plan de restauración y rehabilitación, prevee el mantenimiento del área de la ermita actual como espacio para actos públicos, conferencias, conciertos, etc. El espacio "corral" estar´ dedicado a exposiciones permanentes, encauzadas hacia el pasado histórico de la región. Esta ermita sirve de espacio de presentación e interpretación y resume la complejidad de la evolución histórica de Las Cuevas de Cañart y la huella que ésta ha dejado en el patrimonio. Además en su interior encontramos una maqueta del casco urbano del municipio, trajes ceremoniales de los sacerdotes, vocabulario antiguo de los cuevanos y el mecanismo de un antiguo reloj.